Fuerzas de la naturaleza: Voces que dieron forma al ambientalismo

Henry David Thoreau 1817–1862

El clásico de Henry David Thoreau, Walden, o La vida en los bosques (1854), contribuyó a afianzar en Estados Unidos la tradición de la “literatura de la naturaleza”, dejando su huella en el pensamiento ambientalista. Guiado por las ideas trascendentalistas de autosuficiencia y comunión espiritual con la naturaleza, Thoreau se retiró entre 1845 y 1847 a un terreno que poseía Ralph Waldo Emerson en la laguna Walden. “Fui a los bosques”, escribió, “porque quería vivir deliberadamente, enfrentar solo los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar”. Aunque de éxito modesto en vida de Thoreau, tras su muerte Walden fue ampliando su impacto mientras los admiradores promovían al autor.

En 1919, el escritor naturalista John Burroughs reflexionó sobre Thoreau: “De los bosques extrajo un evangelio; llevó a los hombres mensajes de los dioses-bosques; transformó un solitario estanque de Massachusetts en un manantial del más puro y elevado pensamiento”.

Artista desconocido, según Samuel Worcester Rowse
Grabado, c. 1863

John Burroughs 1837–1921
John Muir 1838–1914

Esta fotografía muestra al influyente naturalista John Muir (derecha) y al escritor John Burroughs (izquierda) en el Gran Cañón. Se publicó con un ensayo de 1911 en el que Burroughs comentó: “La cámara mostraría [...] solo nuestras figuras silenciosas, inmóviles, transfiguradas por esa primera vista del formidable espectáculo. Ante una escena tal, las palabras no acuden fácilmente a los labios, ni los gestos al cuerpo”.

Muir contribuyó a implantar el sistema de parques nacionales, pensando que el contacto con las áreas naturales estimularía al público a preservarlas: “Si cada ciudadano diera una caminata por esta reserva, acabarían los problemas de su cuidado; solo en la oscuridad prospera el vandalismo”. Muir fue fundador del Sierra Club (1892), el cual ha debido confrontar su legado recientemente, sobre todo la marginación de los pueblos indígenas en sus tierras ancestrales y la exclusión de las personas de color en los esfuerzos de conservación.

Carl Everton Moon (1878–1948)
Impresión en gelatina de plata, 1909
Adquirido gracias a la generosidad de Tracy Thompson y David C. Ward en reconocimiento de NatureBridge

George Perkins Marsh 1801–1882

En 1864, George Perkins Marsh, político influyente, intelectual versátil y conservacionista, promovió una idea revolucionaria para la época: “El hombre es en todas partes un agente perturbador. Dondequiera que pone el pie, las armonías de la naturaleza se convierten en discordias”. Su libro El hombre y la naturaleza, o Cómo el humano modifica la geografía física abrió brecha por centrar el discurso ambientalista en la intervención humana, demostrando que nuestras decisiones podían transformar la naturaleza de manera negativa así como positiva.

Marsh venía dando la alerta sobre los efectos destructivos de la actividad humana en el planeta desde al menos 1847: “Es innegable que en muchos casos el clima ha ido cambiando, mejorando o deteriorándose por la actividad humana”. Entre otros factores, relacionó estos cambios con la deforestación y propuso que el manejo de los recursos, incluida la madera, debía tomar en cuenta las necesidades de las generaciones futuras.

Henry Bryan Hall Jr. (activo 1855–1900), según George Peter Alexander Healy
Grabado, después de 1845

John Burroughs 1837–1921

En sus prolíficos escritos de interés general, el celebrado naturalista John Burroughs promovió la reverencia hacia la naturaleza y la custodia sostenible de las tierras. En 1908 advirtió: “No podemos sino pensar que la tierra será una naranja exprimida en unos pocos siglos. Nuestra civilización es terriblemente costosa para sus recursos naturales. [...] ¡y pronto el planeta se abocará a su bancarrota!”.

Burroughs cultivó un profundo amor y conocimiento de la naturaleza desde su infancia en las montañas Catskill de Nueva York. Influido por el trascendentalismo de Ralph Waldo Emerson y su devoción hacia el mundo natural, Burroughs empezó a publicar sus escritos de la naturaleza hacia 1860. Wake-Robin (1871) fue el primero de los muchos libros populares de Burroughs, quien junto a otros convirtió la literatura de la naturaleza en uno de los géneros literarios favoritos de la época.

Walter Beck creó este retrato de Burroughs en Woodchuck Lodge, su hogar de veraneo en las Catskill.

Walter Beck (1864–1954)
Pastel sobre cartulina, 1912
Transferido del Smithsonian American Art Museum; donación de Elizabeth A. Achelis, 1923

El presidente Roosevelt y su distinguido grupo ante el “Grizzly Gigante”, Grandes árboles de California

El 15 de mayo de 1903, el presidente Theodore Roosevelt (1858–1919; cuarto desde la izquierda) acampó con el naturalista John Muir (1838–1914; cuarto desde la derecha) bajo el “Grizzly Gigante”, la secuoya gigante más famosa del bosque Mariposa en California. Luego Roosevelt convencería al Congreso de incorporar el bosque Mariposa al Parque Nacional Yosemite (1906).

Esta gestión fue apenas una parte de la audaz agenda conservacionista de Roosevelt, quien estableció el Servicio Forestal de EE.UU. (1905) para administrar las reservas forestales y firmó la Ley de Antigüedades (1906) que autorizaba al presidente a designar monumentos nacionales. En 1908 vinculó la conservación con el patriotismo: “La conservación de nuestros recursos naturales [...] es parte [...] del deber patriótico de garantizar la seguridad y continuidad de la Nación”. Roosevelt estableció un total de 150 bosques nacionales, más de 50 refugios federales de aves y vida silvestre, 18 monumentos nacionales y 5 parques nacionales. Estas áreas bajo protección federal no eran naturaleza intacta, sino tierras ancestrales de pueblos nativos desplazados por la fuerza.

Underwood & Underwood (activo 1880–c. 1950)
Impresiones en gelatina de plata (estereografía), 1903

George Bird Grinnell 1849–1938

George Bird Grinnell, naturalista y escritor radicado en Nueva York, fue conocido como “el padre del conservacionismo estadunidense”. Promovió la protección de la vida silvestre en las décadas de 1880 y 1890, y contribuyó a establecer el Parque Nacional de los Glaciares en Montana (1910). Como editor de la popular revista de caza deportiva Forest and Stream (1880–1911), defendió diversas causas de conservación. También ayudó a fundar influyentes organizaciones como la primera Sociedad Audubon (1886), el Club Boone and Crockett (1887) y la Asociación Estadounidense Protectora de Animales de Caza (1911).

Grinnell fue un gran defensor del Parque Nacional de los Glaciares y de su conservación. En 1897 se dio su nombre a uno de los glaciares. En 1926 Grinnell observó que el glaciar se “derretía a paso rápido”. En efecto, según el Servicio Geológico de EE.UU., entre 1850 y 2015 el área del glaciar Grinnell se redujo un 71 por ciento.

William Notman (1826–1891)
Impresión en plata-albúmina, c. 1880

Cabeza de Mary Austin

Para la escritora Mary Hunter Austin (1868–1934), el desierto de California era un refugio. Sintiéndose restringida por las normas sociales prevalecientes, encontró inspiración en la flora y la fauna que prosperaban en ambientes inhóspitos. Asimismo, en La tierra de poca lluvia (1903), sus ensayos acerca del desierto y sus habitantes, expuso los fundamentos culturales de la conservación.

Austin, quien se radicó en Nuevo México en 1924, afirmó: “El hombre no es solo él mismo. [...] Es la tierra, la altura de sus líneas montañosas, la extensión de sus valles; es el ritmo cíclico de sus estaciones, la involución y la variación de sus patrones vegetales”.

Ida Rauh (1877–1970)
Bronce sobre base de piedra, c. 1925
Colección del Harwood Museum of Art, Universidad de Nuevo México, Taos; donación de la artista

Aldo Leopold 1887–1948

Aldo Leopold empezó a contemplar un enfoque ecológico de la conservación en la década de 1920. Este difería de la visión más utilitaria promovida por su mentor de silvicultura, Gifford Pinchot, quien enfatizaba el uso sostenible de los recursos. Leopold comenzó su carrera con el Servicio Forestal de EE.UU. en los bosques nacionales del suroeste del país (1909–28). En 1924 instó a la creación de la primera zona designada “área salvaje” en el mundo, Gila Wilderness, en el Bosque Nacional Gila de Nuevo México.

Leopold es muy recordado por Almanaque de Sand County (1949), una colección póstuma de ensayos que describen su influyente “ética de la tierra”, una de las bases filosóficas del ambientalismo de mediados del siglo XX. “Examine cada cuestión en términos de lo que es correcto ética y estéticamente, así como apropiado económicamente”, proponía. “Lo correcto es aquello que tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica. Lo incorrecto tiende a hacer lo contrario”.

Thomas Coleman
Impresión por inyección de tinta, 1939 (impr. 2008)
Donación de Aldo Leopold Foundation

Gifford Pinchot 1865–1946

Gifford Pinchot fue el primer silvicultor profesional de EE.UU. y una voz clave de la conservación ambiental en los umbrales del siglo XX. Como director de la División de Silvicultura (1898–1905) y luego del recién creado Servicio Forestal de EE.UU. (1905–10), trazó un nuevo camino entre los conservacionistas, quienes querían que se reservaran las áreas salvajes, y los líderes empresariales, quienes querían acceso ilimitado para extraer recursos. Pinchot veía el ambiente como un recurso que el gobierno debía manejar de manera sostenible para “el mayor beneficio del mayor número de personas por el mayor tiempo posible”.

Preocupado por la destrucción masiva de árboles a causa de la industrialización, Pinchot aprovechó el poder de la prensa para persuadir al público de que apoyara la conservación. Como gran aliado político del presidente Theodore Roosevelt, promovió la designación de casi 150 millones de acres de bosques nacionales y estableció la autoridad del Servicio Forestal para regularlos.

Pirie MacDonald (1867–1942)
Impresión al platino, 1909
Donación de Drake Morey y la familia Morey

Marjory Stoneman Douglas, 1890–1998

La escritora y defensora del medioambiente Marjory Stoneman Douglas dedicó gran parte de su larga carrera a luchar por la protección de los Everglades. Tras radicarse en Florida en 1915 para trabajar con el Miami Herald, se unió a causas progresistas de conservación. Al principio no se opuso al desarrollo del área, pero sostuvo que este debía adaptarse al ambiente distintivo de la región. Sin embargo,al realizar la investigación para su libro Los Everglades: un río de hierba (1947), su ecologismo se agudizó. En el libro, Douglas destacó la interconexión del agua, la tierra, la vegetación y los animales en los Everglades y los peligros que acarrean las actividades de drenaje, desecho de basura y relleno.

En 1969 Douglas cofundó una organización de base comunitaria, Amigos de los Everglades, que cobró gran importancia nacional en la protección y restauración de los Everglades. “La conservación es ya palabra muerta”, declaró en 1982. “No se puede conservar lo que no se tiene. Por eso ahora abogamos por la restauración”.

Anthony Reid (n. 1965)
Impresión por inyección de tinta, 1991 (impr. 2012)
Donación del fotógrafo en memoria de Mayola Cheeks-Haymore

George Washington Carver, c. 1864–1943

George Washington Carver, principal científico agrícola afroamericano del siglo XX, trajo a su profesión un enfoque conservacionista. Conoció los principios ecologistas y el floreciente movimiento de conservación cuando estudiaba en el Iowa Agricultural College (MS, 1896). Pero su devoción por la naturaleza y la “relación mutua de los reinos animal, mineral y vegetal” provenía igualmente de sus profundas creencias cristianas.

Como director del Departamento de Agricultura en el Instituto Tuskegee de Alabama (1896–43), Carver postulaba que mejorar el medioambiente de manera sostenible era esencial para mejorar las condiciones económicas y sociales de los empobrecidos agricultores negros del sur del país. Insistía en la importancia de los fertilizantes de composta y la rotación de cultivos para regenerar los terrenos agotados por el cultivo de algodón. En 1938, cuando se tomó esta fotografía, Carver escribió: “Cuando la tierra se pierde, la gente se pierde. Una tierra pobre solo produce gente pobre: pobre económicamente, espiritualmente, intelectualmente, físicamente”.

Prentice H. Polk (1898–1985)
Impresión en gelatina de plata, 1938

Barry Commoner 1917–2012

El microbiólogo y ecologista Barry Commoner ejerció su profesión con conciencia social. Interesado en mejorar las condiciones ambientales cambiando los sistemas de producción, Commoner fue un temprano promotor de la agricultura orgánica, la restricción de los combustibles fósiles y el reciclaje. Pensaba que el ambientalismo era un aspecto de la justicia social, interconectado con problemas como la contaminación, la guerra, el racismo y el sexismo. “No creo que el ambientalismo sea la solución de nada en especial. Creo que el ambientalismo esclarece lo que tiene que hacerse para resolver todos los problemas en conjunto”, explicó.

La revista Time del 2 de febrero de 1970 declaró a Commoner el “Paul Revere de la ecología”. Aquí aparece contra un fondo que muestra a la izquierda un paisaje de aire y agua puros con vegetación saludable versus un monocromo paisaje contaminado y destruido a la derecha. Su rostro, también dividido, lo proyecta a la vez como paladín de un ambiente más limpio y heraldo pesimista del futuro.

Mathias Klarwein (n. 1932)
Acrílico sobre cartón, 1970
Portada de la revista Time, 2 de febrero de 1970
Donación de la revista Time

Rachel Carson 1907–1964

Alarmada por el extendido uso de pesticidas químicos como el DDT, Rachel Carson contribuyó a encender la chispa de un movimiento ambientalista masivo con Primavera silenciosa (1962). El exitoso libro, una fuerte crítica a la industria química y la agroindustria, culpaba al gobierno de permitir el uso de tales pesticidas sin considerar sus efectos a largo plazo. Carson insistía en que el público tenía derecho a saber cómo impactaban estas prácticas los ecosistemas y la salud humana. “Si vamos a vivir tan íntimamente con estas sustancias, comiéndolas y bebiéndolas, asimilándolas hasta la médula de nuestros huesos”, advirtió, “será mejor que sepamos algo sobre su índole y su poder”.

Una Hanbury (1904–1990)
Bronce, 1965

Desechos tóxicos

Esta imagen de la revista Time del 14 de octubre de 1985, aunque no es un retrato de alguien específico, humaniza las consecuencias de los residuos químicos tóxicos. El artículo acompañante, “Vivir peligrosamente, con desechos tóxicos”, explora los impactos de la contaminación en tres comunidades: Times Beach, Missouri; Holbrook, Massachusetts; y Casmalia, California. Si bien el daño que causan los desastres naturales y las guerras en muchos casos se ve de inmediato, el texto explica que “en los desastres que causan las toxinas ambientales [...] la devastación rara vez es irrefutable o clara o rápida”.

James Marsh muestra aquí esa devastación. La mitad superior nos ofrece un paisaje urbano idílico con cielo azul, árboles frondosos y una persona sumergida parcialmente en un sereno cuerpo de agua. Aunque nada se ve mal sobre la superficie, por debajo la figura supuestamente saludable se transforma en un esqueleto y los peces nadan en aguas turbias, todo lo cual sugiere las consecuencias inadvertidas de la inacción.

James Marsh (n. 1946)
Acrílico sobre cartón, 1985
Portada de la revista Time, 14 de octubre de 1985
Donación de la revista Time

Carl Sagan 1934–1996

La revista Time publicó este retrato de Carl Sagan el 20 de octubre de 1980, afirmando que este astrónomo de la Universidad Cornell era “el vendedor de ciencias más eficaz de Estados Unidos”. Como conductor de la premiada serie televisiva Cosmos (1980) e invitado frecuente en el Tonight Show de la cadena NBC, Sagan se hizo famoso mundialmente como gran divulgador y científico planetario.

Siendo un experto en la atmósfera de Venus y su extremo efecto de invernadero, Sagan estaba preocupado por el creciente efecto de invernadero en la Tierra y testificó ante el Congreso en 1985. “Dado que los efectos se extienden por más de una generación humana, se tiende a decir que no son problema nuestro”, advirtió Sagan. “Pero el problema es que sí hay efectos, incluido el de invernadero, que tienen consecuencias a largo plazo. Si no se preocupan ahora, después será muy tarde”.

Raúl Vega (n. c. 1955)
Impresión cromógena con pintura, 1980
Portada de la revista Time, 20 de octubre de 1980
Donación de la revista Time

Mary Workman sostiene un frasco de agua imbebible de su pozo, y ha presentado una demanda contra la Hanna Coal Company. Tiene que traer agua de otro pozo a muchas millas de distancia. Aunque la compañía de carbón posee todas las tierras circundantes, y muchos caminos están cerrados, ella se niega a vender.

Después de que el Congreso aprobara el plan del presidente Nixon para crear la Agencia de Protección Ambiental (EPA, 1970), esta inició Documerica (1971–77), un proyecto fotográfico para “documentar pictóricamente el movimiento ambientalista en Estados Unidos”. Siguiendo el modelo de los programas fotográficos de la Administración de Seguridad Agrícola en la década de 1930, la EPA contrató a fotoperiodistas independientes para construir un retrato de los cambios ambientales en EE.UU. y los esfuerzos de protección y mejoramiento en la década de 1970. Documerica produjo más de 20,000 imágenes de las crisis ambientales, sus impactos en los humanos y las gestiones de personas y organizaciones por solucionarlos. Para crear más conciencia, se hicieron exposiciones fotográficas públicas.

Esta imagen de Documerica muestra a Mary Workman con un frasco de agua sucia del pozo ubicado en su propiedad al sureste de Ohio. La descripción indica que Workman demandó a la Hanna Coal Company, cuya intensa minería a cielo abierto devastó el paisaje local.

Erik Calonius (activo déc. 1970)
Reproducción de fotografía de 1973
Archivos Nacionales. Sección de fotos fijas
(foto núm. 412-DA-12346)

James Watt 1938–2023

James Watt, figura sumamente polarizante a principios de la administración de Reagan, declaró su intención de “deshacer 50 años de mal gobierno” como secretario del interior (1981–83). Denigrado por los ambientalistas y celebrado por los desarrolladores y la industria de combustibles fósiles, Watt se propuso revertir décadas de políticas ecologistas dentro de los 350 millones de acres federales bajo su jurisdicción. Abrió las tierras públicas a la explotación de los recursos naturales, multiplicó los arrendamientos para minería de carbón y detuvo la expansión de los parques nacionales. Este retrato apareció en la revista Time en 1982 junto a un artículo sobre el plan de Watt de vender tierras públicas a entes privados, a lo cual se opusieron los ambientalistas.

A inicios de la presidencia de Reagan (1981–89), el ambientalismo, antes un tema bipartidista, empezó a politizarse. Ante las disposiciones de Watt y otros funcionarios, las organizaciones ambientalistas nacionales se aliaron, aumentaron sus matrículas e ingresos, e intensificaron su activismo político y legal.

Mark Hess (n. 1954)
Acrílico sobre lienzo, 1982
Portada de la revista Time, 23 de agosto de 1982
Donación de la revista Time

Edmund Muskie 1914–1996

El político demócrata Edmund Muskie lideró esfuerzos por crear leyes que protegieran el ambiente, incluso antes de que esto fuera una preocupación generalizada. Durante su juventud en Maine, Muskie conoció de primera mano los efectos de la contaminación, tanto en el agua del río Androscoggin como en el aire por causa de las chimeneas de la fábrica de papel local. Siendo ya gobernador del estado (1955–59), enfatizó los temas ambientales y exigió leyes de agua y aire limpios. Muskie representó a Maine de 1959 a 1980 en el Senado de EE.UU., donde auspició y gestionó la aprobación de históricas leyes ambientales bipartidistas, sobre todo la Ley de Aire Limpio (1970) y la Ley de Agua Limpia (1972).

En la primera celebración del Día de la Tierra el 22 de abril de 1970, Muskie habló ante más de 20,000 personas en Filadelfia, exhortando a una “revolución ambiental [...] de leyes, no de hombres; de valores, no ideologías; y de logros, no de promesas incumplidas”.

Richard Avedon (1923–2004)
Impresión en gelatina de plata, 1976
Adquisición posible gracias a generosas aportaciones de Jeane W. Austin y James Smithson Society

Dixy Lee Ray 1914–1994

Dixy Lee Ray, bióloga marina y zoóloga, fue integrante de la Comisión de Energía Atómica (1972–75) y gobernadora de Washington (1977–81). Tuvo choques con los ambientalistas por su apoyo a la energía nuclear, el rápido desarrollo regional y los barcos superpetroleros en el estrecho de Puget. Este retrato, reproducido en la revista Time el año en que Ray asumió la gobernación, muestra su cabeza apoyada incómodamente en el cuerpo del ave estatal de Washington, el jilguero norteamericano. En un paisaje por lo demás prístino, el avión y la llamativa cara de Ray son las únicas señales de presencia humana, apuntando a la tensión entre los esfuerzos de conservación y la expansión poblacional y económica del estado.

Ray bromeó: “[A los ambientalistas] solo les gusta la tierra cuando no hay gente en ella [...] porque la gente, inevitablemente, cambia el ambiente [y] utiliza sus recursos”. Ray escribió dos libros de crítica al ambientalismo, Trashing the Planet (1990) y Environmental Overkill (1993).

David Palladini (n. 1946)
Crayón, gouache y tinta sobre papel, 1977
Portada de la revista Time, 12 de diciembre de 1977
Donación de la revista Time

Freeman Dyson 1923–2020

Freeman Dyson, matemático y físico conocido por sus aportes a la electrodinámica cuántica, hizo noticia tarde en su vida al criticar la ciencia del cambio climático. En 2009 describió su escepticismo en términos más bien filosóficos: “Mi objeción a la propaganda del calentamiento global no tiene que ver tanto con los datos técnicos [...] sino con la intolerancia [de los climatólogos] a la crítica”. Aunque reconoció públicamente que los humanos causan cambios climáticos, Dyson cuestionó el consenso científico de que esto fuera un problema urgente, afirmando incluso que sería bueno para el ambiente. Indiferente al pronóstico de los efectos en los ecosistemas, creía que los humanos desarrollarían soluciones tecnológicas, y que en realidad debían preocuparse por temas como la pobreza y las enfermedades a nivel global.

Muchos climatólogos dicen que el enfoque de Dyson era problemático y desinformado, y que él no era experto en la materia. Aun así, los opositores de las medidas para defender el clima han promovido sus opiniones.

Francis Bello (1918–1987)
Impresión en gelatina de plata, c. 1954
Donación de Steve Bello

Mario Molina 1943–2020

El químico ambientalista Mario Molina demostró que ciertos compuestos presentes en productos de uso diario, como los refrigerantes y las latas de aerosol, contribuyen de modo significativo a la destrucción del ozono. En la década de 1970, los científicos ya estaban preocupados por el desgaste de la capa de ozono en la estratosfera, la cual protege a la Tierra de la peligrosa radiación ultravioleta del sol. El tema causó alarma mundial a principios de la década de 1980, cuando se descubrió sobre Antártica un “agujero”, o área donde se había reducido drásticamente el ozono estratosférico.

Aunque hubo debates sobre la causa, Molina y F. Sherwood Rowland, su colaborador en la Universidad de California, Irvine, difundieron su descubrimiento para evitar mayores daños ambientales. También promovieron el Protocolo de Montreal (1987), un importante acuerdo mundial que redujo la producción y el consumo de sustancias adversas el ozono. En 1995 Molina compartió el Premio Nobel de Química por sus investigaciones que “contribuyeron a salvarnos de un problema ambiental mundial que podría tener consecuencias catastróficas”.

Luis Mallo (n. 1962)
Impresión por inyección de tinta, c. 2003
Transferido del Smithsonian Latino Center

Dolores Huerta hablando en un mitin

En 1962, Dolores Huerta (n. 1930, Dawson, Nuevo México) cofundó la Asociación Nacional de Trabajadores Campesinos (luego Unión de Trabajadores Campesinos, UFW) para empoderar a los obreros agrícolas migrantes y luchar “por un abasto de alimentos seguro y justo”. La UFW llevaba tiempo combatiendo los pesticidas químicos que no solo ponían en peligro la salud de los campesinos migrantes sino el medioambiente. Tras la huelga de la uva en Delano y un boicot nacional a las uvas de mesa de California (1965–70), la UFW logró convenios laborales que prohibían el uso de DDT años antes de que lo prohibiera la Agencia de Protección Ambiental a nivel federal en 1972.

Huerta aprovechó la creciente conciencia ambiental para ampliar el apoyo a la UFW. Sin embargo, los grupos ambientalistas dominantes no apoyaron otros boicots de la UFW, alegando que los pesticidas agrícolas en uso después de prohibirse el DDT causaban menos daños ambientales. En 1988, Huerta reclamó: “Esto va más allá de los trabajadores agrícolas. Estamos envenenando nuestra tierra”.

Rudy Rodríguez (1936–2001)
Impresión en gelatina de plata, 1974 (impr. 2014)
Donación de George Rodríguez en memoria de su hermano

Julie Packard nacida en 1953

Julie Packard ha dedicado su carrera a la conservación de los océanos. Esta bióloga marina cofundó el famoso Acuario de la Bahía de Monterrey, California, a fines de la década de 1970 y, desde 1984, es su directora ejecutiva. Bajo su liderato, el acuario educa al público sobre los peligros principales para los océanos (incluida la pesca excesiva y los plásticos) y cómo estos ayudan a mitigar el cambio climático. El popular programa Seafood Watch, iniciado en el acuario en 1999, ofrece recomendaciones de base científica para consumir mariscos de forma respetuosa con el océano. El programa se ha ampliado hacia el área de producción, colaborando directamente con productores de mariscos, gobiernos y otros aliados para combatir la pesca excesiva y abogar por un manejo sostenible de la actividad pesquera.

Packard ve el océano como componente central, aunque subestimado, de la salud del planeta: “Dependemos de él para tantas cosas. Lo bueno es que es resiliente. Puede recuperarse si actuamos con rapidez”.

Hope Gangloff (n. 1974)
Acrílico sobre lienzo, 2019
Financiado por la Junta de Síndicos del Monterey Bay Aquarium

Dorceta E. Taylor nacida en 1957

Como profesora de la Facultad de Medioambiente de Yale y prominente experta en justicia ambiental, Dorceta E. Taylor ha llamado la atención hacia la relación de los factores de raza, género y clase con los problemas y movimientos ambientales. Según explica, “la justicia ambiental se ocupa de documentar y comprender los cargas ambientales desmedidas y discriminatorias que sufren ciertas comunidades”. Su libro de 2014, Comunidades tóxicas, denuncia los efectos de la segregación residencial y las leyes de zonificación en la exposición a peligros ambientales, demostrando que los residuos peligrosos y las instalaciones tóxicas afectan de manera desproporcionada a las comunidades minoritarias y de bajos ingresos. La socióloga ambiental ha escrito sobre los efectos del racismo, el clasismo y la discriminación por género dentro de los movimientos ambientalistas, incluido el conservacionismo de principios del siglo XX y las actuales organizaciones.

Antes de integrarse a Yale, Taylor fue profesora en la Universidad de Michigan de 1993 a 2020. Este retrato se tomó allí, en los Jardines Botánicos Matthaei.

David R. Brenner (n. 1969)
Reproducción de fotografía de 2017
Cortesía del artista, Facultad de Medioambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan

Dennis Banks 1937–2017
Russell Means 1939–2012

Dennis Banks (ojibwe, izquierda) y Russell Means (oglala lakota, derecha) fueron activistas y líderes del Movimiento Indígena Americano (AIM, fundado en Minnesota en 1968) y lucharon por la soberanía nativa. Esta fotografía los muestra durante la ocupación armada de AIM en Wounded Knee, Dakota del Sur, en 1973. Entre otras cosas, exigían que el gobierno federal honrara los tratados que había infringido.

Means vinculó la lucha por la soberanía nativa con la justicia ambiental. En 1996 escribió: “[La Tierra] es nuestra Madre, y tenemos el derecho y el deber de protegerla. [...] El deseo de defender a nuestras comunidades y a nuestra Madre implica que el principal reclamo de los pueblos indígenas sea la soberanía que garantizan los tratados. [...] Tenemos derecho a un ambiente limpio en una tierra que nosotros controlemos, donde podamos cazar, pescar y recoger alimentos y medicinas sin temer que estén contaminados con toxinas”.

Fotógrafo desconocido
Impresión en gelatina de plata, 1973
Donación de Frank y Betsy Goodyear

Thomas Lovejoy 1941–2021

Thomas Lovejoy fue un reconocido ecologista que abogó por la conservación del bosque tropical del Amazonas y popularizó el término “diversidad biológica”. También orientó a presidentes y legisladores en EE.UU. acerca del cambio climático y la crisis de extinción global. En 1979 inauguró el Proyecto de Dinámica Biológica de Fragmentos Forestales con apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas de Brasil y la Institución Smithsonian. Este es hoy uno de los experimentos más grandes y de mayor duración en el área de ecosistemas biológicos.

Lovejoy llevó a políticos, filántropos y celebridades a su base de trabajo cerca de Manaos (el Campamento 41) para que vieran un bosque tropical en gran parte inalterado y abogaran por mayor protección contra los desarrollos mediante políticas y campañas de publicidad.

Pese a sus terribles predicciones sobre el cambio climático, la deforestación y las extinciones en masa, Lovejoy mostró esperanza en una entrevista de 2021: “Creo que hay muchos motivos para estar optimistas y comprometidos a tratar de que ese futuro resulte mejor de lo que implican las trayectorias actuales”.

Ricardo Stanoss (n. 1963)
Impresión por inyección de tinta, 2018 (impr. 2022)

Edward O. Wilson 1929–2021

Edward O. Wilson, eminente biólogo evolutivo y autoridad en biodiversidad, advirtió: “Las futuras generaciones [...] no nos perdonarán haber desperdiciado con tanto descuido buena parte de la vida [del planeta] en nuestra época”. Durante su extensa carrera, Wilson analizó los factores que contribuyen a la diversidad biológica y cómo preservarla. Su Teoría de la biogeografía insular (1967, con el ecólogo Robert MacArthur) examina los procesos de inmigración y extinción de las especies y traza un enfoque matemático para comprender su distribución geográfica.

Casi 50 años después, Wilson propuso en Medio planeta: La lucha por las tierras salvajes en la era de la sexta extinción (2016) que debemos conservar la mitad del planeta como hábitat sostenible para lograr mantener el 85 por ciento de la biodiversidad y evitar las extinciones masivas, incluida la nuestra. La obra motivó la creación del Proyecto Medio Planeta de la Fundación E. O. Wilson para la Biodiversidad, que promueve el plan de Wilson mediante investigación, vinculación social y mediación.

Jennie Summerall (n. 1959)
Óleo sobre lienzo, 2006

Maya Lin 1:5

Esta diminuta escultura de Maya Lin (n. 1959) refleja que la artista y ambientalista se considera una pequeña parte de un entorno global. Conocida por su diseño del Monumento a los Veteranos de Vietnam, Lin tiene en curso el proyecto multimedia ¿Qué falta?, dedicado a las crisis ambientales y climáticas. En sus palabras, es su “quinto y último monumento”. Para descubrir esta conmemoración colectiva de las pérdidas causadas por la extinción de especies y la destrucción de hábitats, así como el llamado de Lin a la acción visite: whatismissing.org.

Karin Sander (n. 1957)
Escaneo 3D en color de la persona en vivo, impresión policroma 3D, yeso, color, tinta pigmentada, 2014
Adquirido gracias a la generosidad de la Academy of Achievement/ Wayne y Catherine Reynolds
Premio Retrato de una Nación 2015