Chuck Close se centró en las cabezas a gran escala durante la mayor parte de su larga carrera como artista, variando sus materiales, pero no sus esfuerzos, para convertir el rostro de una persona en una presencia impersonal abrumadora. Hizo retratos de amigos, familiares y modelos durante muchos años, pero también creó varios autorretratos.
Close sufrió un colapso de la arteria espinal en 1988, dejándolo tetrapléjico, y en 1989, el año en que se hizo este autorretrato, estaba encontrando nuevas formas de hacer sus obras de arte. Durante mucho tiempo, solo usó fotografías como material de referencia para sus pinturas y dibujos, pero a fines de la década de 1970, vio su potencial como arte. Se sintió particularmente atraído por las Polaroid de gran formato y las imágenes hiperrealistas, como esta, donde los espectadores pueden sentirse abrumados por el tamaño y la información visual proporcionada en la imagen compuesta.
La Galería Nacional de Retratos reconoce que, en 2017, varias mujeres acusaron a Chuck Close de acoso sexual, aunque no se presentaron cargos en su contra. El museo reconoce los impactos positivos y negativos que las personas representadas en nuestras colecciones han tenido en la historia.
